Ginebra, 24 may (EFE).- La expansión del modelo español de trasplantes puede servir para reducir las desigualdades que existen en el mundo en el acceso a esta terapia, opinó hoy la directora de la Organización Nacional de Transplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil.
En una sesión dedicada a esta temática, en el marco de la 71ª Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se realiza en Ginebra, Domínguez-Gil y una variedad de expertos analizaron las grandes diferencias existentes en el acceso a los trasplantes y las fórmulas para lograr la autosuficiencia.
La sesión se organizó por iniciativa de España, que para ello contó con el apoyo de Argelia, Argentina, Australia, Bulgaria, Catar, Colombia, Costa Rica, Croacia, China, Italia, Portugal, República Dominicana, Rusia, Uruguay y Vaticano.
El objetivo del encuentro fue promover un debate entre autoridades sanitarias de todo el mundo para identificar las oportunidades de colaboración internacional en este tema.
La directora de la ONT recordó que los últimos datos publicados por el Observatorio Mundial de Trasplantes, que gestiona su entidad, cifran en 126.670 los trasplantes de órganos que se realizan cada año en el mundo, lo que apenas cubre el 10 % de las necesidades.
En el caso del trasplante renal, el más frecuente en todo el mundo, la Sociedad Internacional de Nefrología (SIN), defendió la necesidad de desarrollar estrategias de prevención de la insuficiencia renal terminal.
Asimismo, propuso implantar en los diferentes países sistemas capaces de hacer frente a la creciente demanda de injertos renales.
Según la SIN, los trasplantes renales representan el 66,6 % de toda la actividad trasplantadora mundial y se realizan en 102 de los 194 Estados miembros de la OMS.
En el 41 % de los casos se efectúan bajo la modalidad de donante vivo, lo que pone de manifiesto la necesidad de potenciar el trasplante renal de donante fallecido.
En ese sentido Domínguez-Gil señaló que «la escasez de órganos disponibles para trasplante y el acceso desigual a los mismos han fomentado el tráfico de órganos».
«Estas prácticas delictivas violan principios humanos fundamentales y representan una explotación de los sectores más pobres y vulnerables de la población mundial», añadió.
A través de la ONT, España abogó por desarrollar sistemas de trasplantes similares al suyo, basado en la donación de personas fallecidas y en principios éticos como el altruismo, el voluntarismo, la donación, la igualdad y la equidad en el acceso.
«Nuestro sistema puede considerarse un modelo de referencia», concluyó la experta.