SEGÚN LOS MÉDICOS, SUS EXPECTATIVAS DE VIDA SERÁN DE UNOS DÍAS
Ámbar Méndez
ambar.mendez@listindiario.com
Santo Domingo
La vida de Keri Young y su esposo Royce cambió en septiembre del año pasado al enterarse de que esperaban a su segunda hija, Eva. Pero cambió aún más cuando hace poco descubrieron que su pequeña padece de anencefalia, es decir, que nacerá sin partes esenciales del cerebro o el cráneo, por lo que solo tendrá unos días de vida.
La reacción de la pareja no fue llorar, culparse o interrumpir el embarazo. La madre se vistió de valentía y decidió que su bebé viviera más allá de la muerte, que diera vida donando sus órganos.
«¿Y si lo llevo (el embarazo) a su término completo, podemos donar sus órganos?», respondió Keri al doctor. A partir de ese momento, el ambiente de dolor se transformó en asombro y admiración. Royce y el médico no podían creer lo que sus oídos escuchaban.
El esposo narra que el doctor le puso la mano en el hombro a Keri y le dijo: «Oh, es tan valiente de tu parte decir eso. Ni lo puedo entender».
Royce se definió como un espectador de su propia vida, «viendo a un superhéroe encontrar sus superpoderes», refiriéndose a su esposa.
Su mayor asombro fue ver cómo una madre, que recién se enteraba de que su nueva criatura moriría, duró menos de un minuto para pensar en ayudar a otra persona.
A Keri le duele la espalda y sus pies están hinchados, es normal, está embarazada; pero la luz al final de su túnel de nueve meses se volverá oscuridad, sin embargo, para otra familia será un aura eterna.
Una de esas familias es la de Jairo, un pequeño que necesita un trasplante de hígado y que en mayo, cuando Eva nazca, lo tendrá sabiendo que, para conseguirlo, otro pequeño debe perder su vida.
«Ella (Keri) es la que va a lidiar con todo lo que viene con tener un bebé. Su leche llegando, el proceso de recuperación, pero no tendrá ningún suave, hermoso y recién nacido bebé para mirar y recordar que todo vale la pena», cuenta su esposo.
La idea de donar órganos ha estado en mentes mucho antes de concebir a Eva; a quien definen como un nuevo propósito para continuar.
«La experiencia de besar a nuestra hija será algo que apreciaremos para siempre, el regalo que ella tiene dentro de ese pequeño cuerpo es lo que realmente importa», dice Royce, quien reside en Oklahoma, Estados Unidos.
Agrega que le gustaría cambiar el futuro de su hija, pero entiende que es imposible.
«Definitivamente, cambiaría esto si pudiera. Quiero que mi hija sea perfecta, ver su primer cumpleaños, verla golpear su cabeza en nuestra mesa de café tratando de aprender a caminar. Quiero cambiarlo pero es nuestra realidad», dice.
A pesar del dolor, el padre continúa con su relato. Cuenta que cuando Harrison, el hijo mayor de la pareja, se cae, Keri le pregunta: ¿Eres valiente? El pequeño, de unos tres años, responde «¡Sí! Soy valiente”.
En este duro momento, Royce aplica ese diálogo con Keri e imagina su respuesta: «soy valiente».
No se detiene y sigue con su descripción. «Ella es valiente, increíble, extraordinaria. Está cortada de una tela diferente, combinando ingenio, belleza, coraje, tonterías, carácter e integridad en una mujer espectacular. Y de alguna manera, ella es mi esposa».
Royce contó su historia esta semana en su cuenta de Facebook y afirma que en un principio había decidido no hacerlo.
Donación de órganos es baja en RD
La donación de órganos en Republica Dominicana ha bajado de un 100% a un 0% luego del caso Carla Massiel, según un informe presentado por el director del Centro Cardio Neuro Oftalmológico y Trasplante (CECANOT).
El doctor Federico Núñez dijo que al momento del caso de Carla Massiel en ese hospital habían 16 donantes, pero que actualmente no hay ninguno disponible, tampoco en otros hospitales o centros privados.
Explicó que a la fecha el centro tienen 60 personas esperando que aparezca un donante, sobre todo para los pacientes renales que son los que más demandan órganos como riñones, hígado y otros.
El médico cardiólogo llamó a la población a hacer conciencia de la donación de órganos para salvar.
Solo queda preguntar, ¿ocurrirá un milagro?