En 2023 hubo 3.688 pacientes que recibieron un riñón de otra persona. Son datos que los periodistas de salud del periódico publicamos anualmente, pero hay ocasiones en las que nuestro trabajo se cuela en casa
Papá, ¿cómo se vive con el riñón de otro?
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Escribo en EL PAÍS desde hace más de 15 años y estoy especializado en temas sanitarios y de salud. He cubierto desde la pandemia de covid hasta las enfermedades desatendidas en África y, claro, también he escrito de riñones y trasplantes… Cada año contamos que España sigue siendo líder.
Aunque me paso el día hablando con médicos, la mayoría de lo que sé hoy de este campo lo fui descubriendo cuando a mi padre le dijeron que necesitaba otro riñón. En todo este viaje, hasta hoy, hemos aprendido las complejidades que hay detrás de un trasplante, lo bien que funciona en algunos aspectos el sistema en España, que lleva 32 años seguidos como líder mundial de donaciones que salvan vidas.
Pero también hemos vivido lo duro que puede llegar a ser, que cuando se hace un trasplante, el proceso no acaba con la operación… El trasplante es una fase más, como lo es la diálisis previa, las llamadas para la cirugía que luego se quedan en nada, la incertidumbre del rechazo, los efectos secundarios o los muchos medicamentos que le acompañarán el resto de su vida.
