Nadie está libre de sufrir un accidente o una condición clínica que afecte su salud. En esas situaciones, la vida puede depender de un acto generoso: la donación de órganos. Este es el acto por el cual cualquier persona,de manera solidaria y voluntaria, decide ceder sus órganos y tejidos a otra persona.
¿Qué se puede donar?
Toda persona saludable puede ser un donante, sin distinción de raza, sexo, género, credo o condición social. Un donante puede salvar o mejorar la calidad de vida de más de 10 personas. El corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas, córneas, piel, válvulas cardíacas, huesos y médula ósea son los órganos y tejidos que se pueden trasplantar.
Hay dos tipos de donantes: vivo o cadavérico. Un donante vivo cede algún tejido, órgano o una parte de este, como es el caso del hígado. Este tipo de donación es habitual entre familiares.
Por otro lado, en el caso de un donante cadavérico, el trasplante de órganos se realiza tras su fallecimiento, siempre y cuando haya manifestado en vida, su voluntad positiva a la autorización de la donación de sus órganos.
En nuestro país existen personas que esperan una donación de órganos y/o tejidos. Estas se encuentran en Lista de Espera, registro que guarda la relación actualizada de pacientes que esperan un trasplante.
¡Quiero ser un donante!
Una de las causas de falta de donantes en nuestro país son el desconocimiento sobre los procedimientos o, en otros casos, la oposición de los familiares de las personas fallecidas. Por ello, si has considerado ayudar a otras personas mediante la donación de tus órganos en caso de fallecimiento es muy importante conversar sobre esta decisión con tus familiares. Esta conversación, aunque parezca difícil, hará que en el momento dado se respete tu voluntad.
FUENTE: http://www.canalipe.tv/noticias/otros/que-sabes-de-donacion-de-organos