Una terapia con nanopartículas permite la aceptación indefinida de órganos trasplantados, por lo que si se confirma su eficacia en humanos los pacientes trasplantados podrían dejar la medicación inmunodepresora.
principal problema que presentan los trasplantes de órganos es el rechazo del sistema inmunológico del receptor, que le obliga a tomar medicación de por vida. Investigadores del Instituto de Salud Carlos III parece que han encontrado una solución: nanopartículasdirigidas a las células del sistema inmune innato, que impiden que se activen para que, de esta forma, el sistema defensivo del paciente no ataque al nuevo órgano.
El experimento, que va a publicarse en noviembre en Immunity, se realizó con ratones a los que se sometió a un trasplante de corazón, y en él han participado varias instituciones como el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, la Universidad de Harvard, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center y el Well Cornell Medical College.
Los medicamentos inmunodepresores que hoy se prescriben a los pacientes que han tenido un trasplante de órganos inhiben el sistema inmunitario adaptativo, pero actualmente no existe ningún tratamiento que desactive las células mieloides del sistema inmunitario innato, que son las que ponen en marcha a las células B y T, encargadas de crear anticuerpos.
“Las células mieloides son los generales de nuestro sistema inmunitario, las que dan las órdenes a las soldados, las células B y T”, explica a Webconsultas Jordi Cano Ochando, científico titular del Instituto Carlos III y director de esta investigación. “Lo que hacen esas nanopartículas es desactivar el sistema inmunológico innato”, añade. De esta forma, no se crean anticuerpos que ataquen al nuevo órgano.
El equipo del Carlos III diseñó unas nanopartículas lipídicas que penetran en la médula ósea y liberan agentes inmunorreguladores en los precursores de las células mieloides. Por eso los efectos perduran en el tiempo y se evita que el paciente receptor tenga que tomar de forma continuada los inmunosupresores. A los ratones del experimento, tras someterles a un trasplante de corazón, se les inyectaron las nanopartículas en la cola. Con tan solo tres dosis durante la primera semana del trasplante, el organismo de la mayoría de los animales había aceptado el órgano trasplantado.
Las nanopartículas desactivan las células encargadas de ordenar a otras que creen los anticuerpos que atacan a los órganos trasplantados
Útil para enfermedades autoinmunes, inflamatorias y alergias
Para esta investigación, como nos dice Jordi Cano Ochando, ha sido clave el descubrimiento que en el año 2011 hizo otro de los participantes en el estudio, el Dr. Mihai G. Netea: la inmunidad entrenada. “Descubrió que las células mieloides tienen memoria inmunológica y con algunos estímulos se activan de una forma muy potente, por ejemplo, cuando se realiza un trasplante. Por eso se produce el rechazo”, afirma.
La nanoterapia ahora descubierta previene esa inmunidad entrenada, y por eso también podría servir para manejar otras enfermedades que conllevan una sobreactivación del sistema inmunológico, como pueden ser trastornos autoinmunes, alergias o enfermedades inflamatorias crónicas, como la enfermedad de Crohn o la artritis. “Educamos al sistema inmune para decirle que actúe con calma”, aclara el investigador del Instituto Carlos III.
Los investigadores esperan que en breve sea posible llevar este experimento a los seres humanos. “Estamos con los trámites técnicos y administrativos para trasladar ese experimento a la clínica, de forma que entre tres y cinco años se puedan hacer los primeros ensayos clínicos en pacientes”, afirma Cano Ochando.