EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – Para que los órganos de una persona fallecida puedan ser donados, el paciente debe morir en el hospital. Para ser donante cadavérico la persona debe llegar viva al hospital, debe morir necesariamente en cuidados intensivos y estar conectado a un método de respiración artificial.
Luego del diagnóstico de muerte del paciente, el médico intensivista que está entrenado para dar malas noticias, se acercará a la familia para informarle que su pariente lamentablemente murió, después el doctor esperará alrededor de 30 a 45 minutos para preguntarle a los familiares si quieren donar los órganos de su ser querido fallecido, ya que la donación de órganos es un proceso que tiene el tiempo en contra, desde el momento de la muerte los órganos tienen un tiempo para trasplantarse.
El corazón tiene un tiempo límite de 5 horas, el hígado 9 horas y los riñones 24 horas. Un solo donante cadavérico puede salvarle la vida hasta a 8 personas. Si los familiares del fallecido no acceden a donar los órganos de su pariente, aunque la persona tenga una credencial de donante, los médicos se limitan a respetar siempre la decisión de los familiares. Es por esto que el doctor Bengoa recomienda a quienes desean donar sus órganos luego de morir, que se lo informen a sus familiares, ya que estos son quienes tomaran la decisión.
La donación de órganos es un acto altruista, un acto de amor, el desprendimiento que, en medio del dolor logrará salvar vidas y les evitará el sufrimiento a otras familias.
Los pacientes con insuficiencia renal crónica terminal son quienes aplican para recibir un trasplante renal, son personas bajo un tratamiento de diálisis, y se someten a un estudio denominado Protocolo del Receptor, que determina si la persona esta apta para recibir un trasplante, se verifica que el paciente no tenga ninguna contraindicación, como cáncer, infección, problemas psiquiátricos, entre otras complicaciones.
Si el Protocolo del Receptor confirma que la persona esta apta para ser trasplantada, entonces la persona entra a la lista de espera de pacientes que necesitan un trasplante de riñón, esta lista está bajo el dominio del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante (INCORT).