La implementación de leyes para aumentar la donación de órganos y tejidos de las personas para salvar vidas en los países del mundo no es nueva, aunque en la práctica se percibe que muchos debieron ajustarlas con el paso del tiempo. España cuenta con una legislación como la que recientemente aprobaron Argentina y Paraguay, con la diferencia de que en el país europeo los familiares siempre tienen la última palabra. En Chile, la legislación debió ser modificada porque millones se registraron como “no donantes”.
La periodista Cecilia Zolezzi, del diario La Nación de Argentina, publicó el pasado 5 de julio un interesante análisis sobre el impacto que está teniendo en el mundo la ley de trasplante de órganos. “El debate gira entorno a si conviene o no tener un ‘consentimiento explícito’, como fue aprobado recientemente en la Argentinagracias a la Ley Justina. Mientras algunos especialistas son escépticos respecto a su inclusión, otros argumentan que es una herramienta válida y efectiva para aumentar la cantidad de donaciones”, sostiene Zolezzi.
“En Uruguay, desde el 2013 utilizan una ley muy similar a la nueva normativa argentina (…). A partir de este cambio, lograron bajar la tasa de oposición familiar de 13% a 1% y aumentar considerablemente el número de donantes por millón de habitantes. Actualmente, el país vecino es líder en cantidad de donantes cadavéricos en la región latinoamericana con 20 donantes por millón de habitantes. La media latinoamericana es de 7 donantes por millón dehabitantes”, sostiene.
CHILE, COMO SINGAPUR E ISRAEL
“En el 2010, Chile incorporó a su normativa la figura del donante presunto junto a un registro de ‘nodonantes’. A raíz de este cambio, el número de las donaciones de órganos y trasplantes disminuyó drásticamente (de enero del 2010 a julio del 2012, unos 2.780.223 chilenos optaron porser no donantes al renovar los documentos de identidad o de conducir). Por esa razón, en el 2013 decidieron sumar el modelo ‘condicionado’, como el que tiene Singapur desde 1986 e Israel desde el 2010. Así introdujeron el principio de reciprocidad por el que la voluntad de donar se convierte en un requisito para ser receptor de un órgano. Desde este cambio, lograron revertir las cifras y las donaciones crecieron considerablemente”, se lee en el matutino del vecino país.
Asimismo, destaca que “desde 1979, España –líder mundial en cantidad de donaciones y trasplantes– cuenta con un modelo basado en el consentimiento presunto. La diferencia con el proyecto aprobado en la Argentina es que nocuenta con un registro para los ‘no donantes’. A pesar de queformalmente no se necesita la autorización de los familiares para utilizar sus órganos tras su muerte, si se oponen a la donación, la misma no se ejecuta”. Según la investigación, el papel del coordinador que entrevista a las familias es fundamental. Así,España solo cuenta con un 12% de oposición familiar.
En Europa, Croacia es el segundo país en número de donaciones, por detrás de España, con un sistemaexactamente igual. Bélgica, República Checa, Hungría, Luxemburgo, Polonia y Suiza también tienen un modelo basado en el consentimiento presunto. Al igual que Francia, solo que la ley francesa prevé que quien no quiera ser donante pueda hacerlo constar en un registro nacional, como sucederá en la Argentina, explica la periodista.
“Un ejemplo diferente y para nada efectivo es el de Alemania, uno de los países con las tasas más bajas de donaciones de órganos y tejidos. La persona debe haber expresado su voluntad en vida y esta debe haber sido comunicada escrita u oralmente. El consentimiento del difunto o su familia es un requisito legal esencial para la extracción de órganos y tejidos”, recalca La Nación de Buenos Aires.
FUENTE: https://www.lanacion.com.py/investigacion/2018/09/09/espana-y-chile-tienen-modelo-diferente